Jesús te necesita y es cierto. Su Divino Corazón está rebosante de Compasión y Misericordia hacia todos sus hijos que sufren; y necesita, por decirlo de alguna manera, de canales por donde fluya esa misericordia hacia los necesitados. Y esos canales somos todos los que hemos sentido de alguna manera el amor de nuestro Dios. Y esos canales son los intercesores.
Si tú sufres en tu corazón por los males que diariamente suceden en el mundo; si tú sientes compasión por los que sufren, tú puedes ser un intercesor, uniendo tu oración a la de Jesús y a la de toda la Iglesia. Si tú en estos momentos estás sufriendo por enfermedad o por problemas; si tú, en el trascurso de tu vida, has soportado sufrimientos, tú, mejor que nadie, puedes meterte en la piel de los necesitados y ahí volcar toda la Misericordia de Jesús de la que eres portador y canal.sús te invita a la intercesión; solo necesitas que te acerques a su Corazón para beber de su Misericordia y Compasión; junto con Él, muchos problemas del mundo se solucionarán, aunque tú no los veas.
Además, no estarás solo, estarás con muchos hermanos que están orando por la misma causa.
Es importante en el intercesor, que sus problemas los deje en manos de Jesús y que se olvide de ellos por más que duelan. El intercesor, a imitación de Jesús, debe olvidarse de sí mismo, para pensar y orar por los demás. Ahí está el secreto del intercesor. La confianza que se pone en Jesús redunda en beneficio de los demás y también en el propio.
Si lo deseas, puedes hacernos llegar tus peticiones de oración a través de la dirección de correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.